miércoles, 27 de octubre de 2010

Tu mirada nos observa.

Hay momentos en los que queremos gritar, reclamar, y más allá de solo lamentarnos, culpar a otros por lo que pasa, no alcanzamos a comprender el porqué de las cosas, pero las cosas suceden porque así debe ser… bien dicen que Dios tiene un plan para todo, y su tiempo es tan diferente al nuestro que nuestra lógica no nos permite entender, pero el tiempo de Dios es perfecto.

La vida es un ciclo que todos conocemos como es, pero no sabemos quien de nosotros logrará concluirlo en el orden, existe una parte importante para cada pieza que nos conforma, nosotros acomodamos cada pieza y les damos movimiento y mantenimiento para que estas a su vez funcionen en conjunto, es la manera en que libramos y nivelamos para darnos armonía.

El día de ayer apenas me enteré que una amiga muy querida falleció en un accidente automovilístico, tengo una colección de recuerdos guardados en fotos y otros solo en la memoria. El primer impacto fue asombro, incredulidad y coraje… En estos momentos es un deseo justificado de regresar el tiempo y haber estado hace 3 semanas que me pidió que la acompañara a una fiesta… La ausencia de mi amiga es irreparable tal como lo es su vida en la vida de muchas otras personas. Por dejar para mañana lo que tenía oportunidad de hacer hoy, pospuse cada día de invitaciones para otra ocasión. Casi dejándolo a la suerte pues no era por vistazo a la agenda. El simple cansancio, y la prioridad de cierta parte de mi vida, simplemente no me permití a mi misma enfocarme en la gente que me quiere.
Al final de la semana te das cuenta que fue un día productivo, una semana de trabajo bien hecho. Eso nos reditúa en el bolsillo y en la satisfacción… en el conteo real encontramos que no tuvimos oportunidad de hacer todo aquello que hubiésemos deseado hacer… eso incluye comprar algo que necesitamos, o decirle a alguien algo que queríamos decir, entre muchas cosas.

Yo solo puedo dar un consejo por aprendizaje y vivencia propia, “Dejemos de posponer las cosas”, dar prioridades ha sido una gran herramienta para equilibrar nuestra vida… Hay personas que dedican su tiempo a nosotros, a nuestro bienestar, otras que no han ni siquiera merecido el derecho a ser mencionados por estropear el día o no valorar el tiempo que malgastamos en siquiera molestarnos por contestar a sus necedades. Hay un trasfondo en todas las cosas, los medios electrónicos como el correo y redes sociales en general, la cultura que vivimos, las prisas, nos han quitado de lo que acostumbrábamos los humanos a hacer de la vida, una relación entre PERSONAS. No tenemos tiempo para casi nada, y malgastamos más tiempo en el tráfico, o con personas que no trascenderán en nuestra vida, que cuando ha llegado el momento justo, nos damos cuenta del tiempo perdido y solo lamentamos nuestras malas decisiones.

El tiempo cuesta, no podemos negarlo, ¿Cuánto te cobran por atención al cliente?. O un psicólogo ¿Cuánto cobra por hora de escucharte?, hay personas que han hecho esa labor sin cobrarnos un centavo, por el simple hecho del amor que fluye entre los corazones, porque nos aprecia y valora.

Valoremos las cosas desde su interior, para ver lo que esta fuera como algo poco importante. Es como aquella reflexión que habla de las ofensas, escribirla en piedra hará perdurarla toda la vida, escribirla en arena será algo temporal, las grandes ofensas no se escriben en piedra. Porque ese lugar donde habitan los recuerdos es dentro de mi misma, de ti mismo(a), funciona por igual para todos. El cajón de nuestro interior no debe llenarse de cosas negativas… Un día y más pronto de lo que imaginamos la vida se nos va, y no quedará huella, a menos que provoquemos que muchas cosas buenas sucedan gracias a nuestra persona. Bien dice una frase: “…vive de tal manera, que al morir hasta el sepulturero te llore”. Eso solo se logra siendo lo mejor que podemos ser en todo lo que hacemos, y estando presentes cuando debemos hacerlo.

Esta nota quiero dedicarla a Sandra Guerrero Ramirez, China, mi comarita, mi amiga, siempre te voy a guardar en mi corazón, mis fotos y mis recuerdos… algún día, Dios mediante, llegará el momento para todos, para mí también, será entonces que estaré contigo, para disculparme de no haberte acompañado por que en el momento tenía otras prioridades, y decirte que aún de todo cada momento fue bueno. Decirte que te portes muy bien, y le ayudes a Diosito a tener menos chamba… Siempre me voy a acordar la ultima vez que me dijiste: “eh, mensi… te quiero mucho, después hablamos”… y que tu sonrisa, y tu forma de ser siempre fue muy especial… Y comarita, tenias mucha razón, cuando me platicaste que estabas segura de “que Dios era inmenso, fregón, y que nosotros como humanos también podíamos ser muy buenos como él”, que el ojo que te mostraron en la iglesia no era solo una imagen, ese impacto que me dijiste que te causó no era solo por la nebulosa del ojo de Dios, sino por tu conciencia de la existencia de él siempre, sabemos que Dios está ahí y nos ve en todo momento. Ojala tu puedas verme y saber que siempre te voy a querer mucho, y te voy a extrañar bastante.

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